Se desempeñó desde 1960 a 2000 y logró tres títulos de campeón, con Lanús, Mandiyú y
Chacarita, equipo en donde es ídolo. Murió en el 2002, a los 75 años.
Juan Manuel “El Viejo” Guerra comenzó su carrera en las canchas como jugador, en donde se desempeñó en las inferiores de Platense y en Estudiantes de Buenos Aires, pero no prosperó y –mientras era técnico textil- en 1960 comenzó a realizar en ese club la profesión con la que marcaría historia en el ascenso del fútbol argentino, entrenador.
Su primer ciclo como director técnico duró
cuatro años, con la particularidad de que en ese lapso de tiempo el conjunto de
la ciudad de Caseros inauguró su estadio, en mayo de 1963. Allí, volvería a
estar al mando del equipo en los años 1972, 1974, 1978 y 1983, siendo uno de
los máximos ídolos de la institución.
Pero esos no son sus únicos laureles. El mejor
logro de Guerra fue conseguir ascensos en todas las categorías: de la Primera D a la
Primera C con General Lamadrid, en el año 1995; de la Primera C a la Primera B
con Lanús, en 1981; de la Primera B al Nacional B con Chacarita Juniors, en
1994; de la vieja Primera B a Primera División con Platense, en 1976; y el más
destacado, el paso del Nacional B a Primera División con Mandiyú de Corrientes,
en 1988, donde obtuvo una plaza para disputar la Liguilla Pre-Libertadores, el
torneo de clubes más importante de América.
Los otros conjuntos que dirigió Guerra en su
extensa carrera fueron: La Paternal (1964/65), Nueva Chicago (1968/71 y 1975),
Almagro (1975), Sarmiento de Junín (1979), Banfield (1979), Once Caldas, de
Manizales, Colombia (1984), Huracán (1985), Deportivo Morón (1986/88), Colón de
Santa Fe (1989/90), Atlético de Tucumán (1990/92 y 1994/95), Almirante Brown
(1995/97), Luján (1997/98) y Deportivo Morón (1999/2001).
“El
Viejo” Guerra nació en Buenos Aires el 3 de marzo de 1927 y murió a los 75
años, el 15 de mayo de 2002, producto de una cardiopatía –según informaron sus
familiares- en el Sanatorio Santa Isabel, sin poder recuperarse de una
operación a la que fue sometido como último intento por salvarle la vida. "Mis equipos juegan
siempre igual. Me defino como un técnico equilibrado", explicó alguna vez
el entrenador que es sinónimo de historia en el ascenso del fútbol argentino.
Matías
Cano (@Maaticano)
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