sábado, 12 de octubre de 2013

Damián, el Superheroe

Un goleador como pocos e ídolo inigualable del Deportivo Morón. Damián Akerman y el sueño del pibe que quiere hacer goles en el club del que es hincha.                   


Gol, esa palabra o grito de guerra es  el más recurrente en el vocabulario de Damián Emilio Akerman, el jugador con más tantos en Deportivo Morón y una estrella como pocas en el fútbol argentino por su inmensa identificación con los colores blanco y rojo que copan la camiseta del Gallo.
Cordobés de nacimiento, moronense por adopción, Akerman, llegó en 2003 a su equipo insignia procedente de Argentino de Rosario y desde allí marco un hito en la historia del club. Es que sus estadísticas marcan 122 goles en las cuatro etapas en las que integró las filas de Morón. 2003/04,2005/06,2007/08 y 2010 hasta la actualidad son las temporadas goleadoras que constituyen el récord jamás alcanzado por otro jugador en el equipo que desde el 2000 milita en la Primer B Metropolitana.
El festejo inmortal. Los 100 goles del ídolo levantado en andas por el equipo
(gentileza deportivomoron.net)
Una tarde de 2008 frente a San Telmo el “killer” cordobés convirtió un zurdazo cruzado desde afuera del área grande del viejo Francisco Urbano en un golazo como pocos y esta vez el festejo tuvo un tono especial. Una camiseta con el 67 estampado atrás fue flameada por el incipiente máximo goleador en la historia del gallo con esa cantidad de tantos, dejando relegado a Atilio Romagnoli (con 66) y generando el delirio de la hinchada local.
Entonces el “Olé, olé olé olé Damián, Damián” se torno una canción conocida y repetida en los partidos de Morón por la constitución del ídolo de la gente que agarrotaba de goles los estadios y rompía records como redes.
El 19 de agosto de 2012 un Akerman que ya contaba con un título local con el Blooming de Bolivia (en la temporada 2009-2010) fue corriendo hacia el arco que custodiaba Estudiantes de Buenos Aires y a metros de los tres palos cabeceó un centro que penetrado en la red rival por la pelota generó el “llanto y la alegría” de todo Morón, según cuenta Max Meinero, hincha del Gallo. El “Superhéroe”- como lo apodan- hizo unos pasos y se arrodilló mirando el cielo del estadio local que, testigo las primeras hazañas, esta vez era el anfitrión de su gol 100 en el equipo del oeste de la provincia de Buenos Aires. Los compañeros levantaron en andas a su emblema e inmortalizaron el momento.
Meinero, de 20 años y con una pared forrada de camisetas blancas con la banda roja, explicó el sentimiento que hay en el club acerca del goleador que posee entre otras virtudes la buena pegada con las dos piernas: “Es un amor dentro del mundo de Morón. Por más que las alegrías no se den (el club no logró ascender desde el 2000), su magia ya se vio y siempre está presente”. 
Finalizando el relato el chico con imborrables emociones que tienen a Akerman como protagonista confiesa una faceta del goleador que lo distingue como a pocos ídolos y que hace que el beso al escudo de sus amores no sea un festejo más: “Una vez me lo encontré en una tribuna visitante alentando como un hincha común. Y es por eso que se lo quiere todavía más, el ama a Morón como el gallo lo ama a él…”.


Tomás Galdi



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