su actual equipo, MC Sacachispas, del descenso a la “D” en la última temporada.
Hábil,
polémico, temperamental, pícaro, escurridizo, extrovertido. Estos son algunos
de los adjetivos que caracterizan a Maximiliano “El Chanchi” Estévez.
Campeón
con Racing en 2001 y actual delantero de MC Sacachispas, fue sin duda uno de
los personajes pintorescos de la Primera División y aún continúa haciendo de
las suyas en el fútbol del ascenso.
“Dentro
del vestuario era el primero en sacarte una sonrisa con sus comentarios y
bromas, aunque a veces lo queríamos matar”, así lo define Carlos Arano, amigo y
compañero del Chanchi en el plantel de Racing campeón del Apertura 2001. Y
luego remarca: “En la cancha no se achicaba y demostraba personalidad siempre,
era muy difícil de marcar”.
“Los
dos goles mas importantes para mantener la categoría los hizo el Chanchi”,
comenta emocionado el presidente del Mercado Central, Carlos Martínez, amigo y
principal artífice de la contratación de Estévez a MC Sacachispas. Y continúa:
“Nación en el barrio (Villa Soldati), los hermanos jugaron acá y él hizo
inferiores en el club. El Chanchi tenía varias propuestas de otros equipos,
pero logramos convencerlo. Tenemos un proyecto de club social y creemos que es
una figura importante sobre todo para los chicos”, cerró.
Horacio
Bidevich, su actual director técnico, está feliz de contar con Maxi en el
plantel: “Su llegada jerarquizó y revolucionó el vestuario. Nos aporta su
experiencia y talento, sobre todo en los momentos difíciles, ojalá podamos
seguir contando con él”.
Nacido
en 1977, es el séptimo hijo varón, y por lo tanto fue apadrinado por el
presidente de la Nación de ese entonces, Jorge Rafael Videla. “Nunca lo conocí,
y no es algo que haya podido elegir, pero no puedo evitar las caras de sorpresa
y las cargadas”, dice Maxi cuando es consultado sobre el tema.
Su
mamá, Isabel Pagador Valiente de Estévez, cuenta que la llamó un representante
del gobierno para presentarse en el registro civil, y luego de un trámite fue
bautizado en la Iglesia San José de Flores. Conocida por sus famosas paellas y
comidas españolas, “Charo”, nos relata conmovida: “Maxi se hizo cargo de sus
hermanos y de mi cuando murió su padre, desde chiquito siempre fue muy
generoso, es un gran hijo”. Sobre el presente de Maxi en el ascenso, comenta:
“En la cancha lo respetan mucho, le tienen un cariño especial al ser del
barrio. Grité los goles que sirvieron para salvarnos del descenso al igual que
los de primera”, concluye orgullosa.
Con
casi cien goles oficiales, y a sus 36 años, éste típico jugador de potrero
sigue vigente desplegando su fútbol en las canchas.
Priscila
Crivocapich (@Priscilacrivo)
Nicolás
Gutt(@Nicogutt)
Felipe
Lema (@Felilema)
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